¿Qué tipo de gas elegir para cortar por láser?

El corte por láser es una técnica muy utilizada y adaptable a múltiples sectores. Uno de los aspectos más importantes para obtener un rendimiento óptimo es la elección del gas auxiliar. Dependiendo del material que se esté procesando—como acero al carbono, acero inoxidable, aluminio o latón—el tipo de gas empleado puede influir notablemente en la calidad del corte, su velocidad y la eficiencia general del proceso.

En este análisis, exploraremos los tres gases auxiliares más habituales: aire, oxígeno y nitrógeno. Veremos sus principales beneficios, en qué situaciones se recomiendan y cómo enfrentar posibles inconvenientes. Desde evitar la formación de rebabas en acero inoxidable hasta lograr cortes limpios en acero al carbono de gran espesor, descubrirá cómo seleccionar el gas correcto puede marcar la diferencia en sus trabajos de corte por láser.

Aire Comprimido

El aire comprimido es una opción versátil que puede emplearse en una amplia variedad de materiales, lo que lo hace ideal para proyectos diversos sin la necesidad de cambiar de gas. Al ser fácil de obtener y no requerir cilindros a presión para su almacenamiento, resulta práctico y accesible. Aunque no alcanza la precisión del nitrógeno, ofrece una calidad de corte aceptable, especialmente en metales delgados como el acero inoxidable, el acero al carbono y el aluminio.

Compresor para cortar con aire

Oxígeno

En cuanto al corte de acero, el oxígeno es el gas preferido para ayudar a realizar el trabajo. El corte por láser con oxígeno crea una reacción exotérmica, quemando el material, mientras que el calor y la luz crean energía adicional. Debido a la naturaleza del corte por láser, se debe administrar una cantidad adecuada de energía para garantizar que se necesite más quemado para generar un corte suficiente. Debido a que el oxígeno realiza el 60 por ciento del trabajo en apoyo del láser, la velocidad de corte se reduce, especialmente cuando se utiliza en piezas de acero más delgadas.

Nitrógeno

El nitrógeno a alta presión se utiliza más comúnmente para cortar acero inoxidable y aluminio, sin importar el espesor. Para estos materiales se prefiere el gas inerte porque corta sin provocar oxidación, lo que conduce a la oxidación. Como gas protector, el nitrógeno detiene el proceso de combustión y, en lugar de ello, vaporiza el material para lograr un corte limpio utilizando altas presiones. Es el gas auxiliar preferido para la mayoría de las aplicaciones en el mercado del corte por láser.